miércoles, 3 de diciembre de 2008

Lo quieren todos


EDWARD PIÑÓN - El País

¿Enzo Francescoli qué era? ¿Víctor Hugo Diogo de qué jugaba mejor? ¿Cuál era el puesto ideal para Darío Pereyra? ¿Ruben Paz no fue un diez que la rompió de nueve? ¿Hugo De León no pudo ser un estupendo número cinco?

El fútbol da para todo y depende de la filosofía que quiera imponer cada uno de los entrenadores. Si todo fuera tan esquemático, la "máquina naranja" de Holanda en 1974 no hubiese aparecido y el Brasil de 1970 jamás hubiera existido, porque juntar cinco números diez en el ataque sería una herejía a la estrategia.

Por esa razón, cuesta creer que Juan Albín, por las condiciones que tiene, no pueda asumir el papel de conductor de la selección uruguaya.

Si bien es cierto que en Nacional apenas pudo mostrar parte de las virtudes que tiene como futbolista, no hay que olvidarse que ello aconteció porque producto de los altibajos que se producen en los jóvenes nunca consiguió adueñarse de la titularidad.

Pese a ello, cada uno de los técnicos que lo tuvo en las filas tricolores siempre terminó recurriendo a él en momentos cruciales y no son pocos los que recuerdan lo vital que Juan Albín resultó en varias contiendas, incluido los clásicos o partidos internacionales

En sus primeras apariciones, quizás como consecuencia de lo que Martín Lasarte consideró que pasa en Uruguay cada vez que aparece un futbolista de gran riqueza técnica (ver nota adjunta), se le otorgó la responsabilidad de ser lo que se llama "la manija del cuadro". Y Albín no desentonó.

A lo mejor aquel chico no tuvo el debut extraordinario, ni la aparición fantástica de otros muy buenos jugadores, y hasta debe reconocerse que la maduración futbolística no le llegó en Uruguay, pero con una buena zurda y una singular potencia se ganó un lugar en el primer equipo tricolor.

Hoy, con el recuerdo de lo que hizo en estas canchas, más las imágenes que llegan de Europa de sus actuaciones en el Getafe, los entrenadores que lo tuvieron en sus filas consideran que Albín podría cumplir sin problemas cualquiera de las funciones que un técnico le solicite en el campo de juego.

Si bien Lasarte y Hugo De León le darían más libertad y lo situarían bien cerca del arco para que explote con mayor eficacia las dotes que tiene como jugador, Daniel Carreño y Santiago Ostolaza siguen evaluando como prioritario darle al salteño responsabilidad en la mitad del terreno.

O sea, para ser más exacto es opinable. De la misma forma que también admite discusión el hecho de si Albín es o no una alternativa viable para darle a la selección uruguaya la generación de juego que precisa para ganar partidos de local.

Sin Ignacio González, intervenido quirúrgicamente, y resignando la generación de juego a un jugador que no puede asumir el papel de "constructor" porque en realidad lo que mejor hace es desnivelar con potencia y no con creación (léase Cristian Rodríguez), quedó muy en claro que a Uruguay le cuesta muchísimo abrir defensas cerradas y, especialmente, administrar bien el balón.

Con los cuatro volantes que aseguran ida y vuelta, pero no gestación, la celeste de Óscar Tabárez termina tirando pelotazos cruzados o centrales. Y de esa forma choca contra la pared que levantan los oponentes en el Centenario.

Albín, como también Ruben Olivera (hoy lesionado) o Robert Flores (hoy retomando algo de actividad en River Plate), podría convertirse en el socio ideal de los delanteros y hasta un desahogo para el "Cebolla". Además de aliviarle la tarea al ex jugador de Peñarol, Albín contribuiría para que Rodríguez no sea casi la única referencia de los entrenadores y futbolistas rivales.

Y esto último hasta lo confesó el conductor de Paraguay, Gerardo Martino. En oportunidad de recibir el premio al mejor técnico de América de la encuesta de El País, el popular "Tata" admitió que el "Cebolla" era la única preocupación que tenía del ataque uruguayo.

¿Albín es delantero o volante? Es una discusión que podría hacerse eterna. Pero a juzgar por lo que tiene hoy a mano Uruguay, no hay dudas que puede jugar de diez.

Tres razones para ser el armador

1 - MANEJO DEL BALÓN: Zurda endiablada

Albín tiene la capacidad de retener el balón, de fabricar espacios, de pensar la jugada. Su inspiración futbolística suele destrabar partidos que se presentan complicados por el sistema defensivo que montó el equipo rival. Desnivela con la jugada individual o con el pase preciso.

2 - BUENA PEGADA: Goles y buenos centros

No hay talentoso que no se destaque por el "buen pie" que tiene a la hora de sacar el remate, ya sea con balón en movimiento o de pelota quieta. Albín puede convertir goles de tiro libre o levantar buenos centros para los cabeceadores celestes. Es un arma vital en el número 10.

3 - HABILIDAD: Deja rivales por el camino

Jugando en el mediocampo, Albín libera de atención a otros jugadores y como tiene riqueza técnica para sacarse adversarios de encima puede generar el mejor juego. Con potencia, además, puede sorprender al asumir la función atacante. También puede abrir brechas para el resto.

De León: "Para ser más decisivo lo veo de segundo punta"
"Juan (Albín) tiene un potencial enorme y puede cumplir perfectamente las dos funciones de creador o de atacante. Ahora, por las características que tiene, por la forma que encara en dirección al arco y porque tendría un menor desgaste, anda mejor de segundo punta. Estoy convencido que recién ahora va a poder explotar todo lo que prometía cuando recién apareció en Nacional y está claro que su incursión en el fútbol europeo es fundamental para que ello suceda", dijo Hugo De León.

Carreño: "Es un volante que se adaptó muy bien a la función de punta"
"Está jugando de delantero, pero es un volante al que no le cayó nada mal la función de punta. Es algo parecido a lo que le sucedió a Enzo (Francescoli) en River. Albín maduró tarde, pero tiene el potencial de juego para hacer la función que más le sirva al entrenador. Tiene técnica, juega y hace jugar, posee potencia física, buena pegada, juego aéreo. En Europa y de atacante está metiendo seis o siete diagonales y lo hace a pura potencia y hasta sin pelota. Por capacidad individual es un jugador que puede encarar y dejar rivales por el camino y puede llegar al gol gracias a su buen remate", opinó Daniel Carreño.

Ostolaza: "Es un volante que puede llegar con fuerza"
"A Albín lo veo más volante que delantero. Para mí es un jugador que puede crear y llegar al área rival porque tiene la fuerza necesaria para ello. No dudo que pueda jugar de delantero porque lo está haciendo en gran forma en Europa, pero cumple muy bien la función de volante creativo. No se puede pasar por alto que tiene tres o cuatro cosas muy buenas para ser el armador, como la creatividad o habilidad para sacarse rivales de encima o su capacidad para habilitar a los delanteros", manifestó Santiago Ostolaza.

Lasarte: "Es más delantero que volante, pero en el medio rinde"
"En Uruguay está muy ligado lo del habilidoso con el puesto de enganche, pero Juan (Albín) siempre fue más delantero que volante. Tiene gran juego aéreo, muy buena pegada y se hace muy peligroso cuando encara hacia el arco. Ojo, esto no quiere decir que no pueda jugar de armador, porque no puede negarse que de volante jugó muy bien e incluso cuando tuvo que moverse como mediocampista por afuera; así que perfectamente podría ocupar ese puesto. Creo que el mayor provecho de sus características se saca cuando se mueve como punta por la potencia que tiene", comentó Martín Lasarte.

La cifra
13 goles en dos temporadas con el Getafe lleva convertidos Juan Albín.

2 comentarios:

Washy dijo...

Ahora somos todos albinistas, en cualquier momento hacemos un reclame con sus fotos y la música del "arroz con leche".

alf dijo...

grande washy, y qué bueno que no le guardes rencor al propio juancho

cómo olvidar aquella tarde en el goyenola... 0 a 0 cerrado, fútbol mal jugado, periodistas quejándose del estado del campo... hasta que entra un ángel en el minuto 85, y en el 90 marca el 1 a 0, para delirio de la parcialidad valdense, y no tanto de los muchachos de la tierra de gardel